jueves, 30 de abril de 2015
Léxico del español de Canarias para referirse al cuerpo
No es la primera entrada que dedicamos a las variedades dialectales del español. En este caso ofrecemos una divertida imagen que recoge la forma de nombrar a distintas partes del cuerpo en el español de Canarias. ¡Atención a la forma de llamar a los dedos! (dátiles y ñoños) y a la evolución que ha sufrido "hocico" hasta llegar a "josico".
El dibujo y otras palabras puedes encontrarlas en esta entrada que recoge también expresiones para referirse a estados de ánimo propias del español de las Islas Canarias.
martes, 21 de abril de 2015
Tabla periódica de las figuras retoricas
A pesar de que está en inglés, consideramos que es una idea muy interesante para aproximarse a las figuras retóricas, de relacionarlas e, incluso, de memorizarlas del mismo modo que se aprende de memoria la tabla periódica de elementos químicos.
A la espera de que alguien la traduzca al castellano, aquí os dejamos este material que, esperamos, os sea útil.
Obra de Curtis Newbold |
El día en que deje de quererte y Nunca es tarde, dos poemas de Benjamín Prado
Normalmente solemos elegir como poeta del mes a alguna figura consagrada de la literatura, la mayoría de las veces, ya fallecida. Pero esta vez vamos a hacer una excepción y os presento un poema que me ha hecho interesarme más en la figura de su autor, Benjamín Prado, autor
polifacético: letrista colaborador del cantante Coque Malla, divulgador musical, narrador, articulista... y poeta.
madrileño
El poema que os ofrezco pertenece al poemario Ya no es tarde (2.014) y es un ejemplo de cómo hay que acercarse a la obra de este autor: leyendo y releyendo para intentar captar y descubrir todos los homenajes, intertextualidad y ecos en su obra. De hecho en este poema se pueden percibir ecos de Pedro Salinas,de los poemas de La voz a ti debida en que mostraba su temor a que el amor, la pasión se acabase y él volviese a ser sombra.
Si quieres seguir a Prado, puedes oír sus colaboraciones en el programa vespertino La ventana, de la cadena SER y, si te adentras en su poesía, seguro que lo catalogarás rápidamente como clásico a pesar de su juventud.
EL DÍA EN QUE DEJE DE QUERERTE
Sé que llegará el día en que deje de quererte.
Todo será tan rápido:
primero pensaré que la vida se acaba,
que nunca fui más lejos que al dejarte marchar;
después vendrá el olvido.
Estos poemas hablarán todavía de nosotros
pero de tí y de mí, ya no, ya nunca más.
Cuando África amanezca cubierta por la nieve
y en los cuadros de Goya luzca el sol.
El día en que las águilas se vuelen de los dólares,
Pompeya se despierte de su sueño a la sombra del volcán,
entonces, sólo entonces dejaré de quererte.
El día que no acabe a las doce de la noche.
El día en que el cielo de Marte cubra el cielo
o Raskolnikov salga de ‘Crimen y castigo’
a poner unas rosas en la tumba de Dostoievsky,
entonces todo habrá terminado, no te voy a querer.
Para hasta que eso ocurra,
sólo tú y yo podríamos separarme de ti.
Y, de regalo, otro de los poemas incluidos en ese libro en la voz de su autor.
madrileño
El poema que os ofrezco pertenece al poemario Ya no es tarde (2.014) y es un ejemplo de cómo hay que acercarse a la obra de este autor: leyendo y releyendo para intentar captar y descubrir todos los homenajes, intertextualidad y ecos en su obra. De hecho en este poema se pueden percibir ecos de Pedro Salinas,de los poemas de La voz a ti debida en que mostraba su temor a que el amor, la pasión se acabase y él volviese a ser sombra.
Si quieres seguir a Prado, puedes oír sus colaboraciones en el programa vespertino La ventana, de la cadena SER y, si te adentras en su poesía, seguro que lo catalogarás rápidamente como clásico a pesar de su juventud.
Sé que llegará el día en que deje de quererte.
Todo será tan rápido:
primero pensaré que la vida se acaba,
que nunca fui más lejos que al dejarte marchar;
después vendrá el olvido.
Estos poemas hablarán todavía de nosotros
pero de tí y de mí, ya no, ya nunca más.
Cuando África amanezca cubierta por la nieve
y en los cuadros de Goya luzca el sol.
El día en que las águilas se vuelen de los dólares,
Pompeya se despierte de su sueño a la sombra del volcán,
entonces, sólo entonces dejaré de quererte.
El día que no acabe a las doce de la noche.
El día en que el cielo de Marte cubra el cielo
o Raskolnikov salga de ‘Crimen y castigo’
a poner unas rosas en la tumba de Dostoievsky,
entonces todo habrá terminado, no te voy a querer.
Para hasta que eso ocurra,
sólo tú y yo podríamos separarme de ti.
Y, de regalo, otro de los poemas incluidos en ese libro en la voz de su autor.
martes, 14 de abril de 2015
Humor con sinónimos
Un par de chistes lingüísticos que tienen como base la sinonimia. No nos cansamos de repetirte que controlar la lengua significa también aprender y usar palabras nuevas. Si intentas aprender una palabra nueva cada día...en 3 años habrás aumentado tu vocabulario en 1000 palabras. No es tan difícil.
¡Anímate! ¡Decídete! ¡Arráncate! ¡Atrévete!
¡Anímate! ¡Decídete! ¡Arráncate! ¡Atrévete!
viernes, 10 de abril de 2015
Rasgos de las variedades del español
Te ofrecemos una actividad en la que deberás emparejar los rasgos de las variedades dialectales del español con la zona del territorio donde se produce. Por si necesitas ayuda, te ofrecemos un esquema facilitado por los servicios del gobierno de Aragón para que puedas consultarlo mientras realizas el ejercicio.
lunes, 6 de abril de 2015
10 bulos sobre la lengua que debemos desterrar (con la ayuda de la Fundéu)
Copiamos en esta entrada una lista a cargo de la Fundeu que recoge algunos de los "bulos lingüísticos", que más difundidos están o, al menos, a los que más frecuentemente nos enfrentamos en nuestro servicio de consultas esperando que, como siempre, esta entrada te ayude a expresarte mejor, sea por escrito u oralmente.
Las letras mayúsculas se acentúan de acuerdo con las mismas reglas que las minúsculas. De hecho, la Academia nunca estableció una normativa paralela para este tipo de letra; lo que sucedía era que, en las antiguas imprentas y en las primeras máquinas de escribir, resultaba técnicamente más complicado, y a veces directamente imposible, tildarlas. Pero hoy en día, con los medios de
composición actuales, no hay excusa para no hacerlo.
Las redundancias son siempre incorrectas Esta afirmación tampoco puede sostenerse: las redundancias son solo eso, redundancias, repeticiones de una información en un mensaje. En la comunicación cotidiana hay muchas situaciones en las que estas repeticiones no solo no son incorrectas, sino que son necesarias: cuando queremos ser enfáticos o irónicos, cuando deliberadamente queremos exagerar algo, cuando pretendemos cerciorarnos de que nuestro interlocutor nos está entendiendo, etc.
Esta aseveración ha corrido como la pólvora, sobre todo en internet y normalmente vinculada al femenino "presidenta", que muchos juzgan incorrecto. La Gramática recoge femeninos formados sobre este prefijo desde hace siglos: presidenta, regenta, tenienta o sirvienta figuraban ya en el
Diccionario de 1803, infanta está registrado desde 1604, etc. En rigor, el único cambio que han sufrido algunas de estas voces es que han pasado de significar ‘mujer del teniente/regente’, etc., a designar también ‘a la mujer que preside’, ‘que regenta un establecimiento’, etc.
Del mismo modo que que una palabra no esté en el Diccionario no implica que sea necesariamente incorrecta, que figure en él tampoco la hace ni válida ni adecuada para cualquier momento o situación. Es cierto que si uno acude al Diccionario académico encuentra recogida la forma
almóndiga, pero si lee bien lo que esta obra dice de ella, verá que aparece la nota u. c. vulg. que significa ‘utilizada como vulgar’, esto es, que es un vulgarismo que conviene evitar en una expresión cuidada.
Muchas personas tienen la idea de que decir vaso de agua, de sidra, de leche es incorrecto porque creen que con ello se afirma que los vasos están hechos de agua, de sidra o de leche y todos sabemos que no es así. Es cierto que la preposición de sirve para indicar la materia de la que está hecho algo: plato de porcelana, vestido de seda, etc., pero esta preposición es muy rentable en nuestra lengua y tiene muchas más acepciones: denota posesión (la casa de mis padres), origen (vengo de casa), asunto o materia (libro de matemáticas), causa (murió de hambre) y entre todos estos significados también se encuentra el de indicar el contenido de algo, que es la acepción que se aplica en secuencias como plato de sopa o vaso de agua.
Muchos hablantes creen que la forma "manda huevos" es incorrecta y que lo adecuado es "manda uebos", forma que deriva del latín opus y que significa ‘por necesidad’, pero esta voz es un arcaísmo que apenas se usa en la actualidad. Algunas obras, como el Diccionario del español actual, de Seco, Andrés y Ramos, ya recogen la expresión manda huevos, con el sentido con el que suele emplearse y, por tanto, aunque malsonante, no puede considerarse incorrecta. La homofonía con la antigua forma latina es mera coincidencia.
Es otra de las consultas que frecuentemente recibimos en la Fundéu; hay quienes creen que el hecho de que dos preposiciones queden juntas en una frase hace que esta sea incorrecta y, por ello, nos piden una redacción alternativa. Sin embargo, secuencias como ir a por agua, el aforo es de entre… o los deberes del hombre para con…, en las que a y por, de y entre y para y con quedan juntas, no tienen nada de incorrecto.
Esta afirmación, que todos aprendimos desde bien pequeños en el colegio, debe ser matizada. En nuestra lengua tenemos incorporadas muchas voces, de uso frecuente, en las que no puede decirse que la hache sea muda: conservamos la aspiración de la hache como rasgo dialectal en grandes zonas de España y de América, y en algunos extranjerismos que empleamos regularmente y que proceden del alemán, del inglés o del árabe : hámster, hachís, Hawái, Hegel, etc.
En muchos manuales de redacción se pueden leer recomendaciones tales como que el gerundio es un tiempo complicado de utilizar y que, para evitar confusiones, lo mejor es prescindir de él. El gerundio no es, per se, un tiempo difícil ni incorrecto, pero sí hay que prestar atención a los llamados gerundios de posterioridad: en frases como «Estudió en Madrid, yendo después a Buenos Aires» la acción que expresa el gerundio es posterior a la que expresa el verbo principal y sin conexión directa, lo que es inadecuado. Sin embargo, cuanto más simultáneas son las dos acciones nombradas, más apropiado es el uso del gerundio: «La lanzó contra la pared, haciéndola añicos»; en este tipo de frases a veces también se puede apreciar un sentido causal, consecutivo o concesivo.
Las letras mayúsculas se acentúan de acuerdo con las mismas reglas que las minúsculas. De hecho, la Academia nunca estableció una normativa paralela para este tipo de letra; lo que sucedía era que, en las antiguas imprentas y en las primeras máquinas de escribir, resultaba técnicamente más complicado, y a veces directamente imposible, tildarlas. Pero hoy en día, con los medios de
composición actuales, no hay excusa para no hacerlo.
Es una consulta que muy frecuentemente recibimos en la Fundéu: ¿podemos utilizar las palabras que no figuran en el Diccionario? La respuesta es sí, un rotundo sí. Que una palabra no figure en el Diccionario no significa que necesariamente sea incorrecta; desafortunadamente, por ejemplo, no está recogida y no por ello es incorrecta. Ningún diccionario tiene todas las palabras de una lengua: en estas obras no están todos los derivados que es posible crear a partir de una voz, no recogen jerga especializada ni léxico dialectal, etc.
Las redundancias son siempre incorrectas Esta afirmación tampoco puede sostenerse: las redundancias son solo eso, redundancias, repeticiones de una información en un mensaje. En la comunicación cotidiana hay muchas situaciones en las que estas repeticiones no solo no son incorrectas, sino que son necesarias: cuando queremos ser enfáticos o irónicos, cuando deliberadamente queremos exagerar algo, cuando pretendemos cerciorarnos de que nuestro interlocutor nos está entendiendo, etc.
Esta aseveración ha corrido como la pólvora, sobre todo en internet y normalmente vinculada al femenino "presidenta", que muchos juzgan incorrecto. La Gramática recoge femeninos formados sobre este prefijo desde hace siglos: presidenta, regenta, tenienta o sirvienta figuraban ya en el
Diccionario de 1803, infanta está registrado desde 1604, etc. En rigor, el único cambio que han sufrido algunas de estas voces es que han pasado de significar ‘mujer del teniente/regente’, etc., a designar también ‘a la mujer que preside’, ‘que regenta un establecimiento’, etc.
Del mismo modo que que una palabra no esté en el Diccionario no implica que sea necesariamente incorrecta, que figure en él tampoco la hace ni válida ni adecuada para cualquier momento o situación. Es cierto que si uno acude al Diccionario académico encuentra recogida la forma
almóndiga, pero si lee bien lo que esta obra dice de ella, verá que aparece la nota u. c. vulg. que significa ‘utilizada como vulgar’, esto es, que es un vulgarismo que conviene evitar en una expresión cuidada.
Muchas personas tienen la idea de que decir vaso de agua, de sidra, de leche es incorrecto porque creen que con ello se afirma que los vasos están hechos de agua, de sidra o de leche y todos sabemos que no es así. Es cierto que la preposición de sirve para indicar la materia de la que está hecho algo: plato de porcelana, vestido de seda, etc., pero esta preposición es muy rentable en nuestra lengua y tiene muchas más acepciones: denota posesión (la casa de mis padres), origen (vengo de casa), asunto o materia (libro de matemáticas), causa (murió de hambre) y entre todos estos significados también se encuentra el de indicar el contenido de algo, que es la acepción que se aplica en secuencias como plato de sopa o vaso de agua.
Muchos hablantes creen que la forma "manda huevos" es incorrecta y que lo adecuado es "manda uebos", forma que deriva del latín opus y que significa ‘por necesidad’, pero esta voz es un arcaísmo que apenas se usa en la actualidad. Algunas obras, como el Diccionario del español actual, de Seco, Andrés y Ramos, ya recogen la expresión manda huevos, con el sentido con el que suele emplearse y, por tanto, aunque malsonante, no puede considerarse incorrecta. La homofonía con la antigua forma latina es mera coincidencia.
Es otra de las consultas que frecuentemente recibimos en la Fundéu; hay quienes creen que el hecho de que dos preposiciones queden juntas en una frase hace que esta sea incorrecta y, por ello, nos piden una redacción alternativa. Sin embargo, secuencias como ir a por agua, el aforo es de entre… o los deberes del hombre para con…, en las que a y por, de y entre y para y con quedan juntas, no tienen nada de incorrecto.
Esta afirmación, que todos aprendimos desde bien pequeños en el colegio, debe ser matizada. En nuestra lengua tenemos incorporadas muchas voces, de uso frecuente, en las que no puede decirse que la hache sea muda: conservamos la aspiración de la hache como rasgo dialectal en grandes zonas de España y de América, y en algunos extranjerismos que empleamos regularmente y que proceden del alemán, del inglés o del árabe : hámster, hachís, Hawái, Hegel, etc.
En muchos manuales de redacción se pueden leer recomendaciones tales como que el gerundio es un tiempo complicado de utilizar y que, para evitar confusiones, lo mejor es prescindir de él. El gerundio no es, per se, un tiempo difícil ni incorrecto, pero sí hay que prestar atención a los llamados gerundios de posterioridad: en frases como «Estudió en Madrid, yendo después a Buenos Aires» la acción que expresa el gerundio es posterior a la que expresa el verbo principal y sin conexión directa, lo que es inadecuado. Sin embargo, cuanto más simultáneas son las dos acciones nombradas, más apropiado es el uso del gerundio: «La lanzó contra la pared, haciéndola añicos»; en este tipo de frases a veces también se puede apreciar un sentido causal, consecutivo o concesivo.