viernes, 14 de julio de 2017

Importancia de los signos de puntuación: El testamento sin signos


Por si acaso aún hay alguien que no conozca el famoso texto de "El testamento sin puntuación" aquí os lo traemos, pero con una finalidad: la de que reflexiones acerca de la importancia de los signos ortográficos. Ya hace tiempo que circula "La coma salvavidas" con la misma intención: evidenciar cómo la ausencia o presencia de un signo ortográfico cambia totalmente un discurso.

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Así pues, aquí tienes un texto que al no estar puntuado, puede ser interpretado hasta de cinco formas distintas.

Se cuenta que un señor, por ignorancia o malicia, dejó al morir el siguiente testamento sin signos de puntuación: «Dejo mis bienes a mi sobrino Juan no a mi hermano Luis tampoco jamás se pagará la cuenta al sastre nunca de ningún modo para los jesuitas todo lo dicho es mi deseo»
El juez encargado de resolver el testamento reunió a los posibles herederos, es decir, al sobrino Juan, al hermano Luis, al sastre y a los jesuitas y les entregó una copia del confuso testamento con objeto de que le ayudaran a resolver el dilema. Al día siguiente cada heredero aportó al juez una copia del testamento con signos de puntuación.

- Juan, el sobrino:
«Dejo mis bienes a mi sobrino Juan. No a mi hermano Luis. Tampoco, jamás, se pagará la cuenta al sastre. Nunca, de ningún modo, para los jesuitas. Todo lo dicho es mi deseo».

- Luis, el hermano:
«¿Dejo mis bienes a mi sobrino Juan? No. ¡A mi hermano Luis!. Tampoco, jamás, se pagará la cuenta al sastre. Nunca, de ningún modo, para los jesuitas. Todo lo dicho es mi deseo».

- El sastre:
«¿Dejo mis bienes a mi sobrino Juan? No. ¿A mi hermano Luis? Tampoco, jamás. Se pagará la cuenta al sastre. Nunca, de ningún modo, para los jesuitas. Todo lo dicho es mi deseo».

- Los jesuitas:
«¿Dejo mis bienes a mi sobrino Juan? No. ¿A mi hermano Luis? Tampoco, jamás. ¿Se pagará la cuenta al sastre? Nunca, de ningún modo. Para los jesuitas todo. Lo dicho es mi deseo».

- El juez todavía pudo añadir otra interpretación:
«¿Dejo mis bienes a mi sobrino Juan? No. ¿A mi hermano Luis? Tampoco. Jamás se pagará la cuenta al sastre. Nunca, de ningún modo, para los jesuitas. Todo lo dicho es mi deseo».Así que el señor juez, ante la imposibilidad de nombrar heredero, tomó la siguiente decisión:
«... por lo que no resultando herederos para esta herencia, yo, el Juez me incauto de ella en nombre del Estado y sin más que tratar queda terminado el asunto».

Detalles sobre Góngora que seguro que no sabes

Seguro que sabes que Luis de Góngora era sevillano, que mantuvo una enemistad pública con Quevedo que provocó un intercambio de versos satíricos conocidísimo, que es el principal representante de la corriente barroca del culteranismo con sus versos díficiles, trabajados y cuajados de figuras retóricas y perífrasis alusivas...

Pero, ¿sabes de qué y dónde murió? ¿dónde reposan sus restos? ¿qué otras obras inspiraron sus composiciones? ¿de qué lo acusaba Quevedo?
A estas preguntas y otras más da respuesta este artículo , Góngora de la A a la Z que recoge datos curiosos y relevantes sobre su vida y obra.


Puedes acceder también desde aquí 




Practica el imperativo creando tu dieta de la felicidad

Hemos recuperado una "receta" que lleva un tiempo circulando por Internet para proponerte un repaso del imperativo. Sabes que el imperativo es el modo verbal que se utiliza para dar órdenes, sugerencias o consejos. Es defectivo, ya que sólo tiene formas propias para la segunda persona del singular y la segunda del plural. En el resto de los casos tendrás que recurrir al presente de subjuntivo. También habrá que recurrir al subjuntivo en todas las personas si queremos construir oraciones negativas: Coge eso --> no cojas eso ; Salid a dar un paseo --> no salgáis a dar un paseo.

Recuerda que la forma de la segunda persona del plural acaba en -D y que es absolutamente incorrecto usar el infinitivo con valor de imperativo: * Acabar la tarea, recoger vuestras cosas e ir saliendo en silencio --> AcabaD la tarea, recogeD vuestras cosas e iD saliendo en silencio.


Ahora que hemos repasado la teoría, te sugerimos la siguiente actividad: a partir de los "ingredientes" de esta "receta para conseguir la felicidad" enuncia frases, recurriendo al imperativo o al subjuntivo para que nos quede absolutamente claro qué hacer para ser felices en esta vida.





Te damos un ejemplo. Si están "prohibidas" las personas negativas podemos construir las oraciones: No te rodees de personas negativas o Evita a las personas negativas. 


¿Listo? Pues a cocinar tu felicidad.