Los textos prescriptivos tienen como finalidad principal guiar al receptor para que haga algo. Dentro de ellos se encuentran los textos instructivos, aquellos que contienen las instrucciones para lleva a cabo una tarea o para conseguir que algo funcione. Suelen estar estructurados en pasos que guian la acción del receptor. Son ejemplos de textos prescriptivos las recetas de cocina, las instrucciones para instalar cualquier aparato...
Tienen que tener un estilo sencillo y, a la vez, directo (no podemos hacer que el lector se pierda por la complejidad del lenguaje o la dificultad de los pasos). Pueden ir acompañados de imágenes en caso de que la labor sea compleja.
Lógicamente hay que respetar el orden cronológico lineal en que tienen que ejecutarse los pasos; de ahí la presencia de conectores como "en primer lugar, luego, a continuación, seguidamente, por último...".
A la hora de utilizar tiempos verbales, podemos decantarnos por una de estas tres opciones: imperativo:( Coged) presente de indicativo (normalmente en primera persona de plural: Cogemos...") o con "se" (se coge...).
Ahora te proponemos que realices el siguiente ejercicio. Tiene un doble objetivo: que hagas un texto persuasivo (que convenzas a alguien para comprar algo) gracias a un perfecto texto prescriptivo en que explicas el uso de ese objeto y cómo le va a cambiar la vida.
domingo, 26 de noviembre de 2017
Ruidos que perturban el proceso de comunicación
Entendemos, en sentido amplio, por ruido todo aquello que pueda perturbar, dificultar o impedir el proceso de comunicación: el sonido del timbre que tapa la voz del profesor, pitidos de claxon que impiden oír una voz al teléfono, una caligrafía ilegible...
Los ruidos pueden afectar a uno o varios de los elementos del proceso de comunicación y, para superarlos, hay que recurrir a las redundancias (repetir el mensaje cuando cesen los ruidos, volver a escribir el texto...).
En la siguiente presentación tienes ejemplos de varias situaciones lingüísticas que no tendrán éxito debido a distintos factores. ¿Eres capaz de reconocerlos todos?
Los ruidos pueden afectar a uno o varios de los elementos del proceso de comunicación y, para superarlos, hay que recurrir a las redundancias (repetir el mensaje cuando cesen los ruidos, volver a escribir el texto...).
En la siguiente presentación tienes ejemplos de varias situaciones lingüísticas que no tendrán éxito debido a distintos factores. ¿Eres capaz de reconocerlos todos?
domingo, 12 de noviembre de 2017
El equipazo de las figuras...literarias
Aunque es difícil seleccionar entre la enorme batería que tenemos de figuras retóricas, creemos que estas 11 (bueno, 12, que hay trampa) son las que debe conocer cualquier alumno de la ESO. Pero como sabemos que se te resisten, hemos intentado presentártelas de una forma distinta: la alineación de figuras retóricas.
En portería, el hipérbaton, curiosamente, manteniendo el orden aunque sea la figura que consiste en la alteración del orden (de paso, hemos creado una paradoja).
En la retaguardia, algunas de las figuras de repetición (anáfora = repetición de palabras al comienzo de varios versos, paralelismo = repetición de estructuras; epífora = repetición de palabras al final del verso; epanadiplosis =repetición de la misma palabra al principio y al final del verso.
En el medio, las figuras de pensamiento más recurrentes: metáfora y símil; luego una exageración, la hipérbole. Y, delante de todo, la enumeración que dependiendo de si la cerramos tendremos asíndeton, o, si se repite innecesariamente la conjunción entre sus elementos. A mayores, y aunque no tenga relación con estas hemos incluido la personificación.
¿Y por qué quedarse en estas doce? Una vez aprendidas estas seguro que no es difícil llegar a las 15 figuras, 20...¿25? El caso es ponerse.
En portería, el hipérbaton, curiosamente, manteniendo el orden aunque sea la figura que consiste en la alteración del orden (de paso, hemos creado una paradoja).
En la retaguardia, algunas de las figuras de repetición (anáfora = repetición de palabras al comienzo de varios versos, paralelismo = repetición de estructuras; epífora = repetición de palabras al final del verso; epanadiplosis =repetición de la misma palabra al principio y al final del verso.
En el medio, las figuras de pensamiento más recurrentes: metáfora y símil; luego una exageración, la hipérbole. Y, delante de todo, la enumeración que dependiendo de si la cerramos tendremos asíndeton, o, si se repite innecesariamente la conjunción entre sus elementos. A mayores, y aunque no tenga relación con estas hemos incluido la personificación.
¿Y por qué quedarse en estas doce? Una vez aprendidas estas seguro que no es difícil llegar a las 15 figuras, 20...¿25? El caso es ponerse.