El primero es claramente un saludo a la primavera y a la alegría que trae consigo. Friedrich Hölderlin, el maestro del romanticismo alemán, da la bienvenida solemnemente a esta estación del año.
Prímulas |
De lejanas alturas desciende el nuevo día,
despierta de entre las sombras la mañana,
a la humanidad sonríe, engalanada y alegre,
de gozo está la humanidad suavemente penetrada.
Nueva vida desea al porvenir abrirse,
con flores, señal de alegres días,
cubrir parece la tierra y el gran valle,
alejando la Primavera todo signo doloroso.
El tono solemne de Hölderlin desaparece totalmente de los versos siguientes y dejan paso a la ironía y el humor. Se aprecia el tono característico de Gloria Fuertes, autora cuya obra a veces se ha considerado "menor"por haber destinado gran parte de sus versos a un público infantil. Y, no obstante, probablemente seamos los adultos los que más sonriamos ante los versos que abren este poema, porque ¿quién no ha pensado alguna vez que la primavera es la estación del año que más cursilería provoca?
René Lelong, Juegos de primavera |
Eres tan cursi hija
que no hay por dónde cogerte.
Hasta en febrero cuando estás desnuda eres cursi,
adornada de odas y vergeles no digamos.
Primavera,
más que cantarte te han hecho la viñeta ciertos poetas sin agua;
pero a pesar de todo te defiendo,
porque haces retoñar ese geranio,
que se me seca siempre en el invierno.
que no hay por dónde cogerte.
Hasta en febrero cuando estás desnuda eres cursi,
adornada de odas y vergeles no digamos.
Primavera,
más que cantarte te han hecho la viñeta ciertos poetas sin agua;
pero a pesar de todo te defiendo,
porque haces retoñar ese geranio,
que se me seca siempre en el invierno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario