Estos días se habla y escribe mucho de un barómetro que no lo es, el del CIS. Un barómetro sirve para medir la presión atmosférica. El primero, de mercurio, se usó en la experiencia de Torricelli. Luego vinieron los aneroides, los más habituales. Los manómetros tampoco son barómetros. Sirven para medir la presión en el interior de un recipiente que contiene líquido, gas, polvo... Lo llevan los extintores y las salidas de agua hacia las mangueras de los sistemas de incendiosEl del CIS podría llamarse barómetro, en sentido figurado, si midiese la presión social o política, pero tampoco lo hace. Como mide la preocupación del público, propongo zumainómetro, del griego zumaino, 'enfadarse': instrumento para medir el cabreo de los ciudadanos.
(Manuel Luis Casalderrey, La Voz de Galicia, 6 de mayo de 2013)
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