Como otras veces, ha sido fácil escoger la palabra de la semana gracias a la actualidad. Estamos en septiembre y bastantes alumnos estarán estos días y a estas horas enfrentándose a los "cates" recibidos en junio. Más clara es la palabra "suspenso" porque el futuro de ese alumno estará poco claro, a la espera de ver qué sucede en la convocatoria de septiembre cuando se resolverá si supera la asignatura o deberá enfrentarse de nuevo a ella. Ambas expresiones han desplazado a las "calabazas", con las que se refería hace no tantos años al número de asignaturas suspensas.
Para buscar el origen de la palabra "cate" hay que irse, como tantas otras veces, al caló, a la lengua gitana. Para esta lengua "cate" significa, originariamente, "bofetada; con el tiempo pasó a designar una bofetada metáforica: el golpe (real o en el orgullo) que sufre quien ve que tendrá que dedicar parte de sus vacaciones a recuperar los contenidos suspensos.
No es esta la única palabra procedente del caló que utilizamos asiduamente. Estarían también, entre otras muchas, chachi, chaval, chorizo, piltra, menda... Lo que sí es común a todos estos términos es que son propios del registro coloquial de la lengua.
Espero que entre los usuarios a este blog no haya muchos que hayan cateado; y si los hay, espero ayudarlos a superar sus suspensos, al menos, en lengua.
No hay comentarios:
Publicar un comentario