El poema pertenece a un autor inglés poco conocido del siglo XIX, W. E. Henley. Curiosamente, a este autor tuvieron que cortarle, a consecuencia de una tuberculosis, una pierna a muy corta edad. Cuando de mayor conoció a R.L. Stevenson, el autor de, entre otras, La isla del tesoro, le inspiró el legendario personaje de Jonh Silver el largo.
Henley trabajó como crítico literario, pero su fama le llegó como poeta. Dentro de su obra recuperamos este poema, canto a la libertad y a la resistencia, una llamada a sobreponerse de las dificultades y mirar siempre adelante, con la cabeza bien alta y con dignidad, pues somos dueños de nuestro futuro.
Más allá de la noche que me cubre
negra como el abismo insondable,,
doy gracias a los dioses que pudieran existir
por mi alma invicta.
En las azarosas garras de las circunstancias
nunca he lamentado ni he pestañeado;
sometida a los golpes del destino,
mi cabeza está ensangrentada, pero erguida.
Más allá de este lugar de cólera y lágrimas
donde yace el horror de la sombra,
la amenaza de los años
me encuentra, y me encontrará sin miedo.
No importa cuán estrecho sea el portal,
cuán cargada de castigos la sentencia,
soy el amo de mi destino,
soy el capitán de mi alma.
Puedes oír parte del poema en el trailer de la película. Incluso existen documentos en los que Mandela recita el poema.
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