viernes, 7 de febrero de 2014

Retratos de amadas renacentistas

En esta actividad pretendemos que intentes imitar el estilo y el arte de los autores renacentistas que hicieron del retrato femenino uno de sus temas predilectos, no sin antes recordar las principales características de estos retratos.

Aquí tienes un par de famosas descripciones para que vayas familiarizándote con el estilo

La primera descripción la encontramos en el acto I de La Celestina, de Fernando de Rojas, Calisto, enamorado de Melibea, se la describe a su criado Sempronio.

CALISTO.-Comienzo por los cabellos. ¿Ves tú las madejas del oro delgado, que hilan en Arabia? Más lindos son e no resplandecen menos. Su longura hasta el postrero asiento de sus pies; después crinados y atados con la delgada cuerda, como ella se los pone, no ha más menester para convertir los hombres en piedras.

SEMPRONIO.- ¡Mas en asnos!
CALISTO.- ¿Qué dizes?
SEMPRONIO.- Dixe que essos tales no serían cerdas de asno.
CALISTO.- ¡Veed qué torpe e qué comparación!
SEMPRONIO.- ¿Tú cuerdo?
CALISTO.- Los ojos verdes, rasgados; las pestañas luengas; las cejas delgadas e alzadas; la nariz mediana; la boca pequeña; los dientes menudos e blancos; los labios colorados e grosezuelos; el torno del rostro poco más luengo que redondo; el pecho alto; la redondez e forma de las pequeñas tetas, ¿quién te la podría figurar? ¡Que se despereza el hombre quando las mira! La tez lisa, lustrosa; el cuero suyo escurece la nieve; la color mezclada, qual ella la escogió para sí.
SEMPRONIO.- ¡En sus treze está este necio!
CALISTO.- Las manos pequeñas en mediana manera, de dulce carne acompañadas; los dedos luengos; las uñas en ellos largas e coloradas, que parescen rubíes entre perlas. Aquella proporción, que veer yo no pude, no sin duda por el bulto de fuera juzgo incomparablemente ser mejor, que la que Paris juzgó entre las tres Deesas.

La segunda la encontramos en el famosísimo soneto de Góngora, "De pura honestidad templo sagrado"

De pura honestidad templo sagrado,
Cuyo bello cimiento y gentil muro
De blanco nácar y alabastro duro
Fue por divina mano fabricado;

Pequeña puerta de coral preciado,
Claras lumbreras de mirar seguro,
Que a la esmeralda fina el verde puro
Habéis para viriles usurpado;

Soberbio techo, cuyas cimbrias de oro
Al claro sol, en cuanto en torno gira,
Ornan de luz, coronan de belleza;

Ídolo bello, a quien humilde adoro,
Oye piadoso al que por ti suspira,
Tus himnos canta, y tus virtudes reza.


¿Qué tal si ahora utilizas este Ejercicio para recordar el uso y la finalidad de las principales figuras retóricas?

Una vez que has recordado qué instrumentos pone el lenguaje poético a tu disposición aquí encontrarás un completísimo trabajo sobre la descripción física y moral de la amada renacentista para que tengas claro qué tipo de amada vas a describir y cuáles suelen ser sus rasgos físicos más recurrentes.

 





Ahora ya estás preparado para escoger una imagen entre los distintos retratos de famosos pintores que te ofrecemos. Algunos se alejan del ideal de belleza renacentista, pero eso no tendría que ser un problema para que escribas una buena descripción.


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