Nuestro lenguaje es uno de los más ricos en palabras malsonantes y
epítetos denigrantes para vilipendiar y ultrajar al prójimo (bueno, al no tan cercano, vista la fuerza de alguno de estos insultos).
Pero, a pesar de la riqueza de insultos con la que cuenta nuestro idioma, la verdad es que nos limitamos a usar un par de ellos. Por eso vamos a abrir una nueva sección en este blog dedicada a recuperar insultos para que, en caso de que necesitemos denigrar, ultrajar, ofender, zaherir o atacar verbalmente a alguien, lo hagamos con propiedad.
Que insultar bien es un arte no lo hemos descubierto aquí. Ya en el siglo XVIII un filósofo tan eminente como Shopenhauer es el último de los recursos al que apelar si se nos acaban los argumentos; de modo que debería, incluso, formar parte de los estudios retóricos y persuasivos.
Esta teoría y otras reflexiones las puedes encontrar en el libro "El arte de insultar", del propio Shopenhauer.
Para que te conviertas en un auténtico artista del insulto y para que vayas poniéndote a tono, he aquí un vídeo más de José Mota en que observamos cómo se puede insultar sin perder un ápice de elegancia y sin necesidad de usar palabras excesivamente malsonantes.
¡Que usted lo insulte bien !
Me encanta tu blog
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