lunes, 9 de diciembre de 2019
Selección de poesía medieval (3º ESO)
Selección de fragmentos de literatura medieval para que los alumnos practiquen declamación al tiempo que se acercan a algunos de los versos más conocidos de la literatura medieval.
miércoles, 4 de diciembre de 2019
Si el hombre pudiera decir, Luis Cernuda
Un poema (de los muchos que podríamos escoger de su autor) que aúna las dos constantes en su poesía: el deseo de amar y el peaje que va a tener que pagar. Cernuda se muestra oprimido a la hora de poder entregarse abierta e intensamente al amor y cierra su poema con tres de los versos más impactantes y emotivos de la literatura española.
Tú justificas mi existencia:
si no te conozco, no he vivido;
si muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido.
Reproducimos aquí el texto del poema y, además, añadimos la interpretación que de este ha hecho el actor Israel Elejalde dentro del proyecto Amamos la poesía
Si el hombre pudiera decir lo que ama,
si el hombre pudiera levantar su amor
por el cielo como una nube en la luz;
si como muros que se derrumban,
para saludar la verdad erguida en medio,
pudiera derrumbar su cuerpo,
dejando sólo la verdad de su amor,
la verdad de sí mismo,
que no se llama gloria, fortuna o ambición,
sino amor o deseo,
yo sería aquel que imaginaba;
aquel que con su lengua, sus ojos y sus manos
proclama ante los hombres la verdad ignorada,
la verdad de su amor verdadero.
Libertad no conozco
sino la libertad de estar preso
en alguien cuyo nombre no puedo oír sin escalofrío;
alguien por quien me olvido de esta existencia mezquina
por quien el día y la noche son para mí lo que quiera,
y mi cuerpo y espíritu flotan en su cuerpo y espíritu c
omo leños perdidos que el mar anega o levanta libremente,
con la libertad del amor,
la única libertad que me exalta,
la única libertad por que muero.
Tú justificas mi existencia:
si no te conozco, no he vivido;
si muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido.
Tú justificas mi existencia:
si no te conozco, no he vivido;
si muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido.
Reproducimos aquí el texto del poema y, además, añadimos la interpretación que de este ha hecho el actor Israel Elejalde dentro del proyecto Amamos la poesía
Si el hombre pudiera decir lo que ama,
si el hombre pudiera levantar su amor
por el cielo como una nube en la luz;
si como muros que se derrumban,
para saludar la verdad erguida en medio,
pudiera derrumbar su cuerpo,
dejando sólo la verdad de su amor,
la verdad de sí mismo,
que no se llama gloria, fortuna o ambición,
sino amor o deseo,
yo sería aquel que imaginaba;
aquel que con su lengua, sus ojos y sus manos
proclama ante los hombres la verdad ignorada,
la verdad de su amor verdadero.
Libertad no conozco
sino la libertad de estar preso
en alguien cuyo nombre no puedo oír sin escalofrío;
alguien por quien me olvido de esta existencia mezquina
por quien el día y la noche son para mí lo que quiera,
y mi cuerpo y espíritu flotan en su cuerpo y espíritu c
omo leños perdidos que el mar anega o levanta libremente,
con la libertad del amor,
la única libertad que me exalta,
la única libertad por que muero.
Tú justificas mi existencia:
si no te conozco, no he vivido;
si muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido.
Sinhogarismo (neologismo más que nuevo)
En la cruzada para impedir el avance imparable de los anglicismos en nuestro idioma se ha optado por la solución más fácil traduciendo literalmente Homeless por Sin hogar . Y , a partir de ahí se ha formado el sustantivo abstracto sinhogarismo para designar la situación en la que viven personas sin hogar (o sin techo). Poco a poco va haciéndose un hueco en los medios de comunicación pero parece que la lengua oral se resiste un poco más a emplear esta palabra a pesar de su aparición en convocatorias sociales o, incluso, en estudios.
El sustantivo utilizado habitualmente para designar a aquella ‘persona que carece de vivienda y, generalmente, de cualquier medio de vida’ es sintecho, que, a diferencia de sin hogar, acepta una grafía unitaria. Sin embargo, para referirse a la condición de la persona sin hogar, no se ha partido del sustantivo sintecho, para formar sintechismo (quizás por esa escritura no soldada) sino de hogar, al que se le han añadido el prefijo sin- y el sufijo –ismo.
Dado que sinhogarismo es una palabra reconocida en español no es necesario entrecomillarla ni escribirla en cursiva.
El sustantivo utilizado habitualmente para designar a aquella ‘persona que carece de vivienda y, generalmente, de cualquier medio de vida’ es sintecho, que, a diferencia de sin hogar, acepta una grafía unitaria. Sin embargo, para referirse a la condición de la persona sin hogar, no se ha partido del sustantivo sintecho, para formar sintechismo (quizás por esa escritura no soldada) sino de hogar, al que se le han añadido el prefijo sin- y el sufijo –ismo.
Dado que sinhogarismo es una palabra reconocida en español no es necesario entrecomillarla ni escribirla en cursiva.