Le dije que se pondría bien.
Aquella fue la primera y última vez que le mentí.
Encontré en ella el amor de mi vida.
Ella nunca lo encontró.
Prometió que siempre la esperaría.
Ella le hizo cumplir su promesa para siempre.
Mamá le aseguró a su hija que los monstruos que la acosaban no eran reales.
Mamá no sabía que papá era el monstruo.
Mi dueño no va a despertar.
Mi cuenco de comida lleva mucho tiempo vacío.
Se venden zapatos de bebé.
Nuevos. Sin uso.
Me hice técnico de emergencias sanitarias para salvar vidas.
Veinte minutos de reanimación cardiopulmonar sobre el pecho de mi padre me demostraron que aquella idea era solo una mentira.
Cogí tu correa convencido de que vendrías corriendo al oír su sonido.
Nunca me acostumbraré a este silencio.
9 meses de excitación llegaron a su fin.
Ella nunca lloró.
¿Él no va a venir, verdad?- pregunté apretando la mano de mi madre mientras mi sombrero de fiesta resbalaba en mi cabeza.
Mi madre apretó mi mano y, sin una palabra, volvió a entrar en la casa.
Aún conservo la ecografía.
Alguien a quien nunca conocí.