Por más o menos cercanos que nos podamos sentir a la Iglesia Católica, lo que es innegable es que muchas expresiones del lenguaje popular tienen su origen en festividades, costumbres o personajes ligados a la religión. Prueba de ello son las siguientes expresiones que se cuelan en nuestras conversaciones, y no solo durante la Semana Santa.
Por ejemplo, ¿Quién no ha utilizado alguna vez la expresión "
De Pascuas en Ramos" para referirse a algo que ocurre con poca frecuencia? Aquí el orden de los factores sí altera el producto. De Ramos a Pascua pasa sólo una semana, ya que ambas festividades son correlativas y caen en domingo. Sin embargo, si decimos "de Pascuas en Ramos" el tiempo que transcurre es casi un año, de modo que, se usa esta expresión para indicar que algo se hace muy esporádicamente o con muy poca frecuencia.
El calvario de Jesucristo ha dado pie a expresiones usadas con el valor de tarea penosa o sacrificada. Estarían en este grupo expresiones como "
Pasar un calvario" o "
Llevar o tener una cruz (encima)".
María Magdalena fue una prostituta redimida por Jesucristo que lloró copiosamente ante el sepulcro de Cristo. De ahí la expresión
"Llorar como una Magdalena" para referirse a alguien que llora desconsoladamente (por supuesto, nada que ver con las dulces magdalenas).
Cuando decimos de alguien que es "
Tonto de capirote" probablemente lo hacemos sin pensar en qué puede tener que ver en su tontería el capuchón con que se cubren los cofrades en la procesión, es decir, el capirote.
Poco usada en la actualidad, pero que también se remonta a la festividad de la Semana Santa, es la palabra "
barrabasada" definida por la RAE como "Travesura grave, acción atropellada", definición bastante suave si tenemos en cuenta que remite a Barrabás, preso condenado a la crucifixión (probablemente por algo más que por una travesura), cuya pena fue conmutada por la de Jesucristo, ya que el pueblo prefirió que soltaran a Barrabás y no a él. El mismo origen tiene la expresión "S
er de la piel de Barrabás" para referirse a alguien (sobre todo niños) traviesos, díscolos, maleducados.
Si alguna vez, al oír el discurso cansino de alguien piensas algo parecido a "a ver si deja de d
arme la matraca" también estás recurriendo a una expresión ligada a la Semana Santa, aunque la persona que te esté agotando posea una voz sea más armoniosa que el sonido que produce la matraca, un instrumento de percusión usado durante la Semana Santa, bien para pedir silencio, bien para convocar a los oficios religiosos.
Y si bien de alguien que muestra alegría y regocijo decimos que "
Está como unas Pascuas", no queremos que nadie "
nos haga la Pascua" es decir, que nos haga una faena.