Aprovechamos el día de hoy para recordar algunas palabras que tienen que ver con el mundo laboral, más concretamente con los trabajadores y distintas formas de designarlos.
Esperamos, ante todo, que los trabajadores sean
asalariados, es decir, que trabajen para recibir un salario, una paga por su esfuerzo (aunque este no sea en forma de sal, que es de donde viene esta palabra, pues era la forma de pago a los soldados romanos). Si trabajan durante un día, o jornada, entonces hablaremos de
jornaleros; sobre todo se emplea en trabajadores del campo que trabajan por horas durante una época o tiempo concreto (en estos casos también se emplean a veces como sinónimos los términos
peón y
bracero).
Aunque todos trabajemos para ganarnos el pan, para ser exactos sólo podríamos emplear el término
ganapán con exactitud cuando hablemos de una persona que se gana la vida llevando recados o transportando bultos de un punto a
otro; lo que sucede es que despectivamente se usa este término para designar a aquellos que no quieren esforzarse mucho para conseguir su salario.
Metidos, pues, en coloquialismos, tendríamos que hablar también de los "
curritos" que desempeñan labores sin importancia, trabajando mano a mano con otros
currantes.
Curiosa es la palabra
destajero que se emplea para designar a trabajadores que desempeñan sus tareas por una cantidad ajustada en cierta cantidad, por un tanto ( que se llama "destajo").
Para aquellos que se ocupan de labores manuales, artesanas, tenemos distintas denominaciones, como
artesano, obrero (que se pone enseguida "manos a la obra"); mientras, el
menestral tiene un oficio mecánico (aunque a veces los artesanos también pueden hacer uso de artilugios mecánicos).
Tendrían que aparecer también en esta entrada burócratas, emprendedores, funcionarios, profesionales, liberales... y tantas otras palabras relacionadas con el mundo del trabajo. Pero lo importante no es cómo nombrarlo... sino tenerlo y poder ganarnos la vida. Además, así tenemos material para otra futura entrada