Su talento se presagiaba desde que decidió abandonar parcialmente la música para dedicarse a la literatura y sus primeras obras fueron premiadas, con, por ejemplo, el Adonais de poesía en 1963, obra de profundo o el Gabriel Miró.
El poema que reproducimos a continuación fue el que más se compartió tras conocerse la noticia de su muerte, pues a pesar del tema que trata, está cargado de un profundo vitalismo, y así es como lo querían recordar sus amigos y seguidores: pleno y vital.
Tal como están las cosas
tal como va la herida
puede venir el fin
desde cualquier lugar
Pero caeré diciendo
que era buena la vida
y que valía la pena
vivir y reventar
Puedo morir de insomnio
de angustia o de terror
o de cirrosis o de
soledad o de pena
Pero hasta el mismo fin
me durará el fervor
me moriré diciendo
que la vida era buena
Puedo quedar sin casa
sin gente sin visita
descalzo y sin mendrugo
ni nada en mi alacena
Sospecho que mi vida
será así y ya está escrita
Pero caeré diciendo
que la vida era buena
Puede matarme el asco
la vergüenza o el tedio
o la venal tortura
o una bomba homicida
Ni este mundo ni yo
tenemos ya remedio
Pero caeré diciendo
que era buena la vida
Tal como están las cosas
mi corazón se llena
de puertas que se cierran
con cansancio o temor
Pero caeré diciendo
que la vida era buena:
La quiero para siempre
con muchísimo amor.
Y si no nos bastaba con estos versos, un regalo aún mayor: la reflexión sobre este poema y su lectura a cargo del propio Félix Grande. Si aún no conoces a este autor, este es un buen momento para acercarse a su obra.
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