En algunos casos el uso de un parónimo en lugar de la palabra idónea puede conducir al vulgarismo o a situaciones divertidas, como en las siguientes expresiones: nadar en la *ambulancia (en lugar de en la abundancia), estar en posición *fecal (y no fetal), o ejemplos: el tiburón pertenece a la familia de los *escuálidos, o la que ilustra la viñeta que adjuntamos
Una recopilación de ejemplos en los que los parónimos (y homófonos, en algún caso) dan lugar a nuevas y cómicas versiones de refranes, puedes encontrarlas en este hilo de Twitter:
- Abrir la casa (caja) de Pandora
- A buenas horas mantas (mangas) verdes
- A la vejez, ciruelas (viruelas)
- No hay moros en la cuesta (costa)
- Pedir peras al horno (olmo)
- Sentirse un cerdo (cero) a la izquierda
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