Si acudimos a la sintaxis podríamos decir que se cambia el objeto directo (que no va precedido de la preposición de jamás) por un complemento de régimen- o suplemento- que sí puede ir precedido de esta preposición. De este modo, si queremos saber si estamos cometiendo una falta o no, basta con sustituir el sintagma del que hablamos: si la preposición permanece, el uso es correcto; si era innecesaria, estamos cometiendo dequeismo.
Se olvidó de que íbamos a venir--> se olvidó de eso (correctamente empleada la preposición).
Pienso de que ha obrado mal --> pienso eso (no *pienso de eso --> dequeismo).
El fenómeno contrario, frecuente en la lengua oral coloquial, se conoce como "queismo" y se entiende como la supresión de la preposición "de" cuando esta es requerida por la construcción: *Me alegro que te hayas ganado (me alegro de que hayas ganado), *Estoy segura que esta vez (frente al correcto Estoy segura de que esta vez; este error es tan frecuente que el ejemplo que hemos aportado está extraido de un tema de la cantante mexicana Paulina Rubio).
Te proponemos que localices los ejemplos de queismo y de dequeismo que haya en las siguientes oraciones
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