Aparte de fenómenos fonéticos o sintácticos, cada dialecto tiene un léxico propio, particular; de hecho, no está de más documentarse antes de viajar para evitar sorpresas.
En el caso que nos ocupa, en Canarias cogeremos la guagua (autobús) para desplazarnos; así nos aseguraremos de no llegar tarde al enyesque (aperitivo) para tomar unos gueldes (pescadito frito), sin que se nos añurgue (atragante). Si hace mucho calor nos puede dar un yeyo (mareo) y dejarnos guanajos (atontados).
El español de Canarias posee palabras tan hermosas y sonoras como folele (libélula) o ñoños, palabra que designa los dedos de los pies y que, curiosamente, no tiene equivalente en el español peninsular.
Aquí te dejamos la foto de un mural que ilustra estos términos. El significado de alguno de ellos ya te lo hemos explicado. ¿te animas a buscar el significado del resto?
Foto cedida por Manuel Moledo Menduiña. |
¿Quizá de ahí me dio un "yuyu"?
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