viernes, 1 de noviembre de 2013

"El orgulloso clan de los pronombres demostrativos": los pronombres demostrativos no llevan tilde

A veces las decisiones que toman los académicos de la RAE no son aplaudidas por todo el mundo. Una de sus decisiones que levantó más polémica últimamente, concretamente en su gramática del 2010,  fue su recomendación de suprimir la tradicional distinción gráfica entre los adjetivos y los pronombres demostrativos  Se utilizaba la tilde diacrítica con estos últimos, innecesaria, quizás, en la mayoría de los casos, pero que deshacía ambigüedades en otros.


A partir de esta decisión Ángeles García inventó una breve historia a la que añadió sus propios comentarios.



" Pues resulta que había una familia de pronombres que se creían distintos a los demás. Parecían simpáticos. Al fin y al cabo, compartían raíces con sus primos los adjetivos. Se les conocía como Pronombres Demostrativos o el ‘Clan de los éste, ésa, aquéllos’. Tan distintos se creían, tan privilegiados, que acostumbraban a ponerse un sombrero en forma  de tilde saltándose todas las Leyes Ortográficas que regían el país de las Letras. Todo para no ser confundidos con el resto de la plebe. Porque ellos eran eso: PRONOMBRES. Pero un día, la Reina Academia, convencida de que todos eran iguales ante la ley, decidió acabar con todos sus privilegios y les despojó de su sombrero para siempre, obligándoles a acatar la regla de las palabras llanas y de las palabras agudas. "> Fin del cuento. 


Los pronombres de esta historia son “este, esta, estos, estas, ese, esa, esos, esas, aquel, aquella, aquellos y aquellas”, y ya no llevan nunca el acento gráfico. Y si la RAE dice “nunca”, es nunca. Argumenta que prevalecen otras dos reglas ortográficas que nos dicen que las palabras llanas que acaban en vocal, ‘n’ o ‘s’ no llevan tilde, como tampoco la llevan las agudas que no acaban en vocal, ‘n’ o ‘s’. Es el caso que nos ocupa.

Pero si hubiera ambigüedad sí la pondríamos, ¿no?, os preguntaréis. ¿Adivináis? Efectivamente, tampoco se pone tilde. En su opinión, las posibles ambigüedades vendrían aclaradas por el contexto o pueden resolverse por otras vías como una puntuación adecuada, la inclusión de algún elemento que impida el doble sentido o un cambio en el orden de las palabras que fuerce a una sola de las interpretaciones. O sea, muy cómodo, lo que se dice muy cómodo, no es. 

Eso sí, puede darse el caso de que encuentres estos demostrativos en textos anteriores a esta nueva norma: no es que estén mal escritos; al contrario: estaban siguiendo la regla existente en ese momento. 

1 comentario:

  1. Muy bueno el cuento jajaja

    En tu opinión, ¿crees que este cambio está lo suficientemente implantado? ¿en algún caso, podría considerarse falta de ortografía acentuar los pronombres? (estoy preparando una oposición y me da PÁNICO que puedan penalizarme por NO acentuarlo aunque sea lo correcto....

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