Y, ya que estamos, aprovechamos para repasar los usos de los puntos suspensivos. Recuerda que se pegan a la palabra precedente y se separan un espacio de la siguiente.
Tomado de la presentación de Francisco García-Moreno María Elena Arroyo Mónica Uribe Ricardo Cintrón |
Además de los usos recogidos en a imagen hay que añadir que se usan los puntos suspensivos
también.
- Para evitar repetir la cita completa del título largo de una obra que debe volver a mencionarse: La obra Yo era un tonto y lo que he visto me ha hecho dos tontos, de Rafael Alberti, está llena de grandes aciertos. Los versos de Yo era un tonto... contienen algunos de los mejores hallazgos expresivos del autor
- Para insinuar, evitando su reproducción, expresiones o palabras malsonantes o inconvenientes: ¡Qué hijo de... está hecho! A veces se colocan tras la letra inicial del término que se insinúa: Vete a la m... No te aguanto más.
- Sin valor de interrupción del discurso, sino con intención enfática o expresiva, para alargar entonativamente un texto: Ser... o no ser... Esa es la cuestión.
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