Las palabras dan nombre a las realidades... y un nombre es para siempre, así que hay que pensárselo muy bien antes de ponerle nombre a un hijo.
Muchas mujeres comparten nombre con flores (Margarita, Rosa, Hortensia, Azucena...); nombres que, a priori, no evocan alegría, también eran típicos en nuestra onomástica (Dolores, Cruz, Angustias...) como también lo eran otros con valor positivo (Remedios, Auxiliadora, Socorro,por ejemplo). Si nos ponemos a pensar en el significado de algunos nombres, nos extrañaremos (como es el caso de Pilar >columna o Carmen= poema antiguo latino).
Ya dedicamos otra entrada al origen de los Antropónimos... pero es que hoy los volvemos a recordar a partir de esta curiosa entrada del periódico la Vanguardia a la que hemos llegado a través del grupo de Facebook Los filólogos somos necesarios... gracias a la cual descubrimos que en Rumanía se había llegado al extremo de poner a los hijos nombres como "Paracetamol", "semáforo", "culo", "bombero"... hasta el punto de que el gobierno a tenido que intervenir y prohibir, via Código Civil, el uso de algunos nombres.
Aquí os dejamos el enlace al artículo
El nuevo Código Civil rumano prohíbe poner nombres como 'Semáforo' o 'Paracetamol'
Un abuelo mío, a quien no conocí, se llamó Telesforo...
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