Marca vulgarizada es el término que se utiliza para referirse a una marca que por ser la primera, por tener el monopolio en su momento o por su éxito entre el público ha pasado designar al producto genérico. Quizás esta definición te suene novedosa, pero en la práctica todos usamos marcas vulgarizadas. Piénsalo bien y repasa tu día a día¿Te suenas con pañuelos desechables o kleenex? ¿Usas tampones o tampax? ¿ Para la merienda usas pan de molde o pan Bimbo? Y una vez preparada la merienda... ¿la envueves en papel de aluminio o en papel albal? ¿Y a qúe parece que se conservará mejor en un tupper que en una fiambrera? Todas las palabras marcadas en negrita son ejemplos de marcas vulgarizadas y son del dominio público hasta el punto de que pocos hablantes conocen el referente.
Otros ejemplos de marcas vulgarizadas cuyo uso se ha extendido por la comodidad y cortedad de la marca son chupachups, para designar un "caramelo con palo"; el rímmel ha desplazado a la "máscara de pestañas"; pocos saben que post-it es una marca de hojas de papel autoadhesivo y, sin duda alguna, es más rápido decir tippex que "líquido corrector" y un niño coge antes un lego que un juego de construcción con piezas.
Casos en los que una marca se ha impuesto a otras hasta el punto que podríamos hablar casi de monopolio serían Donust para designar a un tipo de rosquillas, Valium, como genérico de tranquilizante o aspirina, comprendiendo a todos los analgésicos de uso común.
En algunos casos la marca ha desplazado absolutamente al producto y habría que investigar para descubrir que en su origen había una marca. Ping-pong, frisbee, jacuzzi, jeep o tirita son ejemplos de estos casos. Puede darse, incluso, el caso de que la empresa fabricante haya desaparecido y el concpeto siga implantado, caso de las botas chirucas, que eran un tipo de botas para andar por el monte. En este enlace podrás comprobar que este fenómeno no es exclusivo del castellano.
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