sábado, 15 de enero de 2011

"SENCILLOS DESEOS" , DE GIOCONDA BELLI

Ahora que empieza el año todo el mundo pide deseos que quiere que se cumplan a lo largo de lor próximos meses o se propone propósitos que, muchas veces, ni siquiera llega a intentar llevar a cabo.

 
En medio de todo este tumulto de deseos, peticiones y propositos hemos recordado este poema de Gioconda Belli cuyas aspiraciones y deseos son bastante más terrenales y factibles, de ahí que lo hayamos escogido para inaugurar el año, para que pensemos en no poner nuestros objetivos en  cosas inalcanzables sino en disfrutar de los pequeños placeres y las pequeñas cosas.



Hoy quisiera tus dedos escribiéndome historias en el pelo
y quisiera besos en la espalda, acurrucos,
que me dijeras las más grandes verdades o las más grandes mentiras;
que me dijeras, por ejemplo, que soy la mujer más linda del mundo,
que me querés mucho;
cosas, así  tan sencillas, tan repetidas...
que me delinearas el rostro y me quedaras viendo a los ojos
como si tu vida entera dependiera de que los míos sonrieran
alborotando todas las gaviotas en la espuma.
Cosas que quiero como que andes mi cuerpo,
camino arbolado y oloroso;
que seas la primera lluvia del invierno
dejándote caer despacio y luego en aguacero.
Cosas que quiero como una gran ola de ternura deshaciéndome,
un ruido de caracol, un cardúmen de peces en la boca,
algo de eso, frágil y desnudo
como una flor a punto de entregarse a la primera luz de la mañana
o simplemente una semlla, un árbol, un poco de hierba,
una caricia que me haga olvidar el paso del tiempo, la guerra,
los peligros de la muerte.

 
    Neuhuys, El cortejo del pescador.

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