martes, 27 de octubre de 2020

Pon ritmo a tu vida con un SAXOFÓN, abrígate con una REBECA y a ver si hay química con los EPÓNIMOS


Como tantas otras palabras de uso común, SAXOFÓN es un epónimo (es decir, una palabra que debe su origen a una persona o lugar). Su nombre proviene del belga Adolphe Sax que, buscando un instrumento de viento que se aproximase en sonido a uno de cuerda. Creó el instrumento que revolucionó el jazz (y la música en general). El nombre del instrumento procede de la unión del apellido de su creador, Sax junto "fon" , variante fonética de "phonos" (sonido). 





Otro epónimo curioso es REBECA, forma de llamar  a una chaqueta fina con botonadura.   La curiosidad del origen de esta palabra  radica en que no proviene de un personaje real sino de una película; y, más
curioso es que la protagonista que hacía uso repetidamente en la película de esta prenda no se llamaba Rebeca, sino que este era el nombre de un personaje que no llegaba a salir en escena. 








El mundo de la química está lleno de epónimos. Si repasamos la tabla periódica de los elementos nos encontramos con varios nombres que remiten a su descubridor: el Curio (Pierre y Marie Curie), el Borio, (Niels Bohr), Mendelevio (Mendeleyev, a quien debemos la ordenación de los elementos químicos), o que homenajean a un personaje relevante, como el Einstencio o el Nobelio.  Otros elementos guardan relación con lugares importantes para el descubridor, como el francio, el polonio, el europio o el germanio. 







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