domingo, 4 de noviembre de 2012

"EL VIAJE DEFINITIVO" , de Juan Ramón Jiménez


Ya está aquí de nuevo el mes de noviembre; y, como siempre, se abre con el día de difuntos y la presencia de la muerte a la que ya hemos recordado desde nuestras páginas. Pero hasta ahora no habíamos recogido un hermoso poema de Juan Ramón Jiménez que, lejos de su dificultad habitual, utiliza un lenguaje sencillo para plasmar esta reflexión: "cuando yo me muera, cuando todo y todos lo que me rodean mueran, la vida seguirá igual sin mí". Pero  me permito disentir del Premio Nobel ya que  no todo sigue igual tras la muerte de un ser querido y tampoco el paisaje nos parecerá igual pues faltará la presencia de esa persona y el magnetismo con el que impregnaba el paisaje. 

… Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros
cantando;
y se quedará mi huerto, con su verde árbol,
y con su pozo blanco.
Todas las tardes, el cielo será azul y plácido;
y tocarán, como esta tarde están tocando, 
las campanas del campanario.
Se morirán aquellos que me amaron;
y el pueblo se hará nuevo cada año;
y en el rincón aquel de mi huerto florido y encalado, 
mi espíritu errará nostáljico…
Y yo me iré; y estaré solo, sin hogar, sin árbol
verde, sin pozo blanco, 
sin cielo azul y plácido…
Y se quedarán los pájaros cantando.



















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