domingo, 4 de agosto de 2013

La fonética puede ser divertida

En el siguiente video del grupo argentino Les Luthiers, tomado de su espectáculo Cardoso en Gulevandia, verás como la fonética puede estar en la base de gans humorísticos. Si bien en castellano no se corresponde para la grafía "b" el sonido oclusivo bilabial sonoro /b/, y para la "v" el africado bilabial, sino que convergen ambos en el oclusivo bilabial sonoro, esto no es óbice para utilizar esta diferencia para el siguiente sketch



Aquí tienes el guión original, por si en la audición has perdido algún detalle.

Marcos Mundstock:Muchos especialistas sostienen que algunos animales son sensibles a la música, Mastropiero entre ellos... entre los especialistas. Tal vez la experiencia más fascinante de Mastropiero sobre los sonidos que emiten los distintos animales fue la que realizó con un rebaño de ovejas, en la hacienda de su amigo Gustav Schafdörfer. Allí comprobó que el 37% de los ovinos estudiados proferían un sonido que se iniciaba con un ataque bilabial nasal laríngeo, similar a una "M", seguido por una reiteración en staccato de un sonido de "E" abierta gutural, con resonancias palato-alveolares; o sea "Meeeee". El restante 63% reemplazaba el ataque bilabial nasal, por un ataque bilabial fricativo laríngeo, "Beeeeee". Además, del total de ovejas que emitían "Beeeeee", un 12% también podía emitir "Meeeee", y las llamó ovejas de balido mixto, ambivalentes o ambibalantes. Por otra parte, si bien algunas "Beeeeee" podían "Meeeee", ninguna "Meeeee" podía "Beeeeee", salvo "queeeeeee" estuviera en la proximidad de una "Beeeeee" ambibalante, en cuyo caso dicha "Meeeee" no hacía ni "Meeeee", ni "Beeeeee", sino que guardaba un respetuoso silencio. Pero lo que más asombró a Mastropiero, fue que en medio del rebaño, había una oveja que no balaba como las demás y que cada vez que lo veía corría hacia él profiriendo un extraño: "Uh... uh... uh...". Mastropiero creyó encontrarse ante un hallazgo científico; grande fue su desilusión al descubrir que no se trataba de una simple oveja, sino de la hermana de Gustav Schafdörfer.
En el romance vocal e instrumental que se escuchará a continuación, Mastropiero narra un antiguo cuento infantil: "Romance del joven conde, la sirena y el pájaro cucú. Y la oveja"

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