madrileño
El poema que os ofrezco pertenece al poemario Ya no es tarde (2.014) y es un ejemplo de cómo hay que acercarse a la obra de este autor: leyendo y releyendo para intentar captar y descubrir todos los homenajes, intertextualidad y ecos en su obra. De hecho en este poema se pueden percibir ecos de Pedro Salinas,de los poemas de La voz a ti debida en que mostraba su temor a que el amor, la pasión se acabase y él volviese a ser sombra.
Si quieres seguir a Prado, puedes oír sus colaboraciones en el programa vespertino La ventana, de la cadena SER y, si te adentras en su poesía, seguro que lo catalogarás rápidamente como clásico a pesar de su juventud.
Sé que llegará el día en que deje de quererte.
Todo será tan rápido:
primero pensaré que la vida se acaba,
que nunca fui más lejos que al dejarte marchar;
después vendrá el olvido.
Estos poemas hablarán todavía de nosotros
pero de tí y de mí, ya no, ya nunca más.
Cuando África amanezca cubierta por la nieve
y en los cuadros de Goya luzca el sol.
El día en que las águilas se vuelen de los dólares,
Pompeya se despierte de su sueño a la sombra del volcán,
entonces, sólo entonces dejaré de quererte.
El día que no acabe a las doce de la noche.
El día en que el cielo de Marte cubra el cielo
o Raskolnikov salga de ‘Crimen y castigo’
a poner unas rosas en la tumba de Dostoievsky,
entonces todo habrá terminado, no te voy a querer.
Para hasta que eso ocurra,
sólo tú y yo podríamos separarme de ti.
Y, de regalo, otro de los poemas incluidos en ese libro en la voz de su autor.
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