viernes, 3 de febrero de 2017

Marchando una de pulpo

La etimología de la palabra pulpo, aunque es evidente, quedó un poco escondido. Viene del griego πολύπους  a partir del latín, polipus, y sus dos partes son claras y evidentes: poli = muchos, pous>podus = pies. Literalmente, entonces, el pulpo es "el que tiene muchos pies". 



Además del molusco tan exquisito y protagonista de muchos platos de la gastronomía gallega, un pulpo es también la cinta elástica terminada en un gancho que se utiliza para fijar bultos pasándola de un extremo a otro.




Más conocida que la anterior es la acepción de"pulpo" para designar al individuo pegajoso y de mano "un poco larga y suelta". No hace falta escribir más, seguro que conoces a alguno. 

Y quizás al leer el étimo latino del que procede la palabra, pólipus, te ha venido a la mente "polipo", un tumor beningo (aunque a veces puede volverse maligno) que crece en las mucosas y que debe su nombre a su parecido con el molusco, ya que se le parece en la forma. 

Por último, el pulpo forma parte de dos frases hechas de amplia difusión: "estar más perdido que un pulpo en un garage", para indicar que alguien está fuera de lugar, y "estar más mazado que un pulpo" que es una expresiva forma para indicar que alguien está agotado. 

Lo ideal ahora sería asimilar esta entrada delante de un buen plato de pulpo a la gallega, que cualquier excusa es buena para degustar esa delicia. ¡Que aproveche" 


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