Creo que este poema es ideal para inaugurar esta selección de poemas; en primer lugar, porque metereológicamente hablando, es muy adecuado pues es el reflejo de la estación en la que entramos: el otoño; en segundo lugar, porque representa ese tedio, esa monotonía que nos invade a veces, y más en esta época, cuando hay que incorporarse de nuevo a la actividad y el estudio. Sea como sea, es una buena excusa para disfrutar, una vez más, de los versos de Antonio Machado.
Pasan las horas de hastío
por la estancia familiar
el amplio cuarto sombrío
por la estancia familiar
el amplio cuarto sombrío
donde yo empecé a soñar.
J.E. Millais, Mariana |
Del reloj arrinconado,
que en la penumbra clarea,
el tictac acompasado
odiosamente golpea.
Dice la monotonía
del agua clara al caer:
un día es como otro día;
hoy es lo mismo que ayer.
Cae la tarde. El viento agita
el parque mustio y dorado...
¡Qué largamente ha llorado
toda la fronda marchita
que en la penumbra clarea,
el tictac acompasado
odiosamente golpea.
Dice la monotonía
del agua clara al caer:
un día es como otro día;
hoy es lo mismo que ayer.
Cae la tarde. El viento agita
el parque mustio y dorado...
¡Qué largamente ha llorado
toda la fronda marchita
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