lunes, 6 de mayo de 2013

¿Barómetro? No, zumainómetro

Reproducimos aquí un artículo publicado en La Voz de Galicia de Manuel Luis Casalderrey en que conjuga sus conocimientos de física y química con una sutil ironía para definir el momento social que estamos pasando. Además, haciendo gala de sus conocimientos del griego propone un neologismo para cuantificar la decepción, la indignación y la crispación actual: el zumainómetro. Una lectura que no te llevara mucho tiempo, pero que quizás te dibuje una sonrisa, que buena falta hace.




Estos días se habla y escribe mucho de un barómetro que no lo es, el del CIS. Un barómetro sirve para medir la presión atmosférica. El primero, de mercurio, se usó en la experiencia de Torricelli. Luego vinieron los aneroides, los más habituales. Los manómetros tampoco son barómetros. Sirven  para medir la presión en el interior de un recipiente que contiene líquido, gas, polvo... Lo llevan los extintores y las salidas de agua hacia las mangueras de los sistemas de incendiosEl del CIS podría llamarse barómetro, en sentido figurado, si midiese la presión social o política, pero tampoco lo hace. Como mide la preocupación del público, propongo zumainómetro, del griego zumaino, 'enfadarse': instrumento para medir el cabreo de los ciudadanos.
                                                      (Manuel Luis Casalderrey, La Voz de Galicia, 6 de mayo de 2013)
 
 

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