jueves, 12 de abril de 2012

"SI", de Rudyard Kipling

En estos momentos de crisis, no solo económica sino de valores, de miedo al futuro, de incertezas, de dificultad para mostrar y defender las propias ideas... resurgen como nunca los versos del, quizás, más famoso poema Rudyard Kipling, autor, entre otros, de clásicos como El libro de la selva o Capitanes intrépidos . Puede que, de tan conocidos, hayan perdido parte de su fuerza original, pero, aún así, aconsejo vivamente su lectura. El gran problema es encontrar una versión al castellano que tenga la fuerza del original. y quizás esta que he encontrado, no desmerece a la versión inglesa.


Si puedes conservar la cabeza cuando a tu alrededor
todos la pierden y te echan la culpa;
si puedes confiar en tí mismo cuando los demás dudan de tí,
pero al mismo tiempo tienes en cuenta su duda
;
si puedes esperar y no cansarte de la espera,
o siendo engañado por los que te rodean, no pagar con mentiras,
o siendo odiado no dar cabida al odio,
y no obstante no parecer demasiado bueno, ni hablar con demasiada sabiduria...


Si puedes soñar y no dejar que los sueños te dominen;
si puedes pensar y no hacer de los pensamientos tu objetivo;
si puedes encontrarte con el triunfo y el fracaso
y tratar a estos dos impostores de la misma manera;




si puedes soportar el escuchar la verdad que has dicho:
tergiversada por bribones para hacer una trampa para los necios,
o contemplar destrozadas las cosas a las que habías dedicado tu vida
y agacharte y reconstruirlas con las herramientas desgastadas...


Si puedes hacer un hato con todos tus triunfos
y arriesgarlo todo de una vez a una sola carta,
y perder, y comenzar de nuevo por el principio
y no dejar de escapar nunca una palabra sobre tu pérdida;
y si puedes obligar a tu corazón, a tus nervios y a tus músculos
a servirte en tu camino mucho después de que hayan perdido su fuerza,
excepto La Voluntad que les dice "!Continuad!".


Si puedes hablar con la multitud y perseverar en la virtud
o caminar entre Reyes y no cambiar tu manera de ser;
si ni los enemigos ni los buenos amigos pueden dañarte,
si todos los hombres cuentan contigo pero ninguno demasiado;
si puedes emplear el inexorable minuto
recorriendo una distancia que valga los sesenta segundos...

tuya es la Tierra y todo lo que hay en ella,
y lo que es más, serás un hombre, hijo mío.



Ilustración del poema If por R. Saxon



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