viernes, 22 de febrero de 2013

Doña Angelita, la precursora del libro electrónico

En pleno auge del libro electrónico un casi recién llegado a nuestra vida nos sorprende la noticia que nos informa de la existencia de Doña Angelita, la precursora del libro electrónico.



Doña Angelita, Ángela Ruíz Robles trabajaba de maestra  en Ferrol. Durante los 80 años que vivió, inventó, escribió libros, fundó su propia academia, ayudó a los que pasaban dificultades y cuidó de sus hijas. Pero su Enciclopedia Mecánica es lo que más éxito ha tenido. Preocupada por el peso de los libros, patentó un libro que funcionaba con un sistema mecánico que activaba la bobinas donde se colocaban los libros que se desease leer al que se podían añadir diferentes carretes correspondientes a las distintas materias.  El aparato incluso tenía un hueco para la calculadora, hueco que nunca ocupó porque en el tiempo en que vivió aun no se habían inventado dispositivos tan pequeños.

Lo más curioso de todo es que estamos hablando de ¡¡1949!! Su enciclopedia mecánica fue construida , siguiendo sus indicaciones, en el Parque de Artillería de Ferrol




Desde este enlace podemos descubrir cómo funcionaba este curioso ingenio.: 
La izquierda lleva una serie de abecedarios automáticos, en todos los idiomas: con una ligerísima presión sobre un pulsador se presentan las letras que se deseen, formando palabras, frases, lección o tema y toda clase de escritos. En la parte superior de los abecedarios lleva a la derecha una bobina con toda clase de dibujo lineal, y en la de la izquierda otra con dibujo de adorno y figura. En la parte inferior de los abecedarios se encuentra un plástico para escribir, operar o dibujar. La parte interior presenta un estuche para guardar asignaturas.
• En la parte de la derecha van las asignaturas, que pasan por debajo de una lámina transparente, pudiéndose aumentar e incluso iluminar. A la derecha e izquierda de la parte por donde pasan las materias lleva dos bobinas donde se colocar los libros para leer en cualquier idioma; por un movimiento de las mismas pasan los temas a estudiar.
Sistema automáticos y luminosos que hay que accionar y pulsar, concentración de ingentes cantidades de información, pantallas para escribir: todo un primitivo libro electrónico

Tal y como se puede leer en la descripción de la patente, el aparato “lleva unas bobinas donde se colocan los libros que se desee leer en cualquier idioma. Por un movimiento de las mismas van pasando todos los temas, haciendo las paradas que se quiera”. El despliegue de las bobinas se hacía de forma mecánica, con un sistema que desplegaba los carretes.
La Enciclopedia Mecánica tenía también un hueco en el que iría una calculadora, que no se incluía en el prototipo por la misma razón que la luz y el sonido: todavía no existían máquinas de cálculo tan pequeñas.

 Por desgracia, nunca se llegó a comercializar- En los últimos años, Ángela intentó volverlo a construir, cuando ya era todo tecnológicamente viable, pero no consiguió apoyo público ni financiación privada. Desde aquí nuestro homenaje a una visionaria que se adelantó más de medio siglo a los avances tecnológicos y que no ha ocupado, según nuestro parecer, las páginas que su labor merece.











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