lunes, 11 de noviembre de 2013

Tifones y huracanes

Los últimos días una noticia ha copado las cabeceras de periódicos y noticiarios: el tifón Hayán desola Filipinas causando decenas de miles de muertos.

Más allá del impacto que nos pueda provocar una noticia como esta, nos interesa el causante de esta devastación: el tifón. En algunos medios la noticia se daba como "el huracán devasta Filipinas" o "El ciclón que asoló el territorio filipino..." y estos titulares son inexactos.

El fenómeno atmosférico que se produce en zonas marítimas cercanas a los Trópìcos cuando el viento alcanza o rebasa los 120km/h se designa, de modo genérico, como ciclón tropical.  La especificación viene dada por el territorio donde se produce: si sucede en la zona Atlántica, Caribe, Golfo de México y norte del Pacífico este, hablaremos de huracán; si afecta a zonas del Océano Índico o del Pacífico
Este lo denominaremos tifón. Así que ni son sinónimas ni palabras sin ningún tipo de relación y es conveniente que sepamos su diferencia si lo que queremos es controlar la lengua.


Pero vamos más allá... ¿por qué los huracanes y tifones tienen nombre? ¿Quién lo elige?

Lo normal sería pensar que el fenómeno lleva el nombre de la onomástica del día... y durante algún tiempo fue así, hasta que se decidió elaborar una lista que incluye nombres masculinos y femeninos que varía cada seis años y de la que sólo se eliminan nombres si sus efectos han sido enormemente devastadores.
Puedes profundizar en este tema en el siguiente artículo de la revista Muy Interesante.


¿Cómo se elige el nombre de los tifones?

Si queremos saber el origen de la palabra Tífón tendremos que bucear el la mitología griega, donde descubrimos que tifón, hijo de la Tierra y el Tártaro era un horrible monstruo de 100 cabezas de serpiente de las que salían lenguas negras y rayos de fuego de sus ojos.
Tifón en un mural etrusco
Producía distintos sonidos aterradores y ensordecedores con los que pretendía dominar el mundo. Cuando Zeus se enteró se desató una batalla entre ambos, cada uno con sus armas: Tifón con rayos fuego y sonidos tan atronadores que hizo que los habitantes del Hades saliesen huyendo; Zeus dispuso todos sus rayos y truenos y empezó a golpear al monstruo hasta que consiguió destrozar sus cien cabezas. Zeus desterró a Tifón al Tártaro junto con las galernas, que también suponían un peligro para la humanidad. Pero cuando se despertaban e intentaban salir, se desataban lo que hoy conocemos como tifón.


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