sábado, 1 de febrero de 2014

Muere Juan Gelman, el poeta comprometido, el poeta de los ojos tristes

Malos tiempos para la lírica, como decía la canción, pues nos ha abandonado Juan Gelman, El "poeta
de los ojos tristes", porque no sólo sus versos nos conmueven; también su mirada que trasluce el dolor y la angustia que ha vivido durante la dictadura argentina y que llegó a su punto más álgido tras el secuestro y la muerte de su hijo y su nuera. Tras muchos años logró encontrar a su nieta y, según él, su vida y su obra, tras este encuentro, sufrieron un cambio hacia el vitalismo. Pero ni siquiera esto le hizo olvidar que muchos de sus contemporáneos aprovechaban la más mínima ocasión para recordarle su pasado afín con grupos de guerrillas.

Periodista, traductor, pero, sobre todo, poeta.  Aunque muchas veces se le denominó"poeta del compromiso", él rechazaba esta etiqueta porque creía que el compromiso iba ligado a una militancia que él nunca defendió.

Combinó en sus versos el amor, la muerte, el dolor y la defensa de los derechos humanos. El Leiv motiv del "grupo del pan duro" del que fue fundador, "La poesía es un artículo de primera necesidad, como el pan y el fusil" nos recuerda a nuestro poeta social, Gabriel Celaya, con sus verso "Poesía necesaria, poesía necesaria como el pan de cada día". Su poesía tiene ritmo, cercanía (gracias, en muchos casos, a la presencia de coloquialismos), mensaje y humor.

Recibió numerosos premios: el Nacional de poesía argentino, El reina Sofía de poesía, el Iberoamericano de poesía Pablo Neruda, el Cervantes...pero, sobre todo, el cariño y el respeto del público.

No le sorprendió su muerte. De hecho, parece que la esperaba si nos remitimos a los últimos versos de los que tenemos constancia y que dedicó al poeta y cantante Joaquín Sabina. Son los versos que aquí os mostramos y con los que queremos rendir homenaje a este gran poeta.

Cada día
me acerco más a mi esqueleto.
Se está asomando con razón.
Lo meti en buenas y feas, sin preguntarle nada
él siempre preguntándome, sin ver
cómo era la dicha o la desdicha,
sin quejarse, sin
distancias efímeras de mí.
Ahora que otea casi
el aire alrededor,
qué pensará la clavícula rota
joya espléndida, rodillas
que arrastré sobre piedras
entre perdones falsos, etcétera.
Esqueleto saqueado, pronto
no estorbará tu vida ninguna veleidad.
Aguantarás el universo desnudo.

Juan Gelman.
La Condesa D.F.
28 de octubre de 2013

Y aquí, aunados, os dejamos sus versos y su voz


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