Según la etimología tradicional de persona, la palabra viene de personare (resonar) y alude a la máscara que los actores usaban en el teatro. Esta máscara tenía un orificio a la altura de la boca y daba a la voz un sonido penetrante y vibrante: personare ‘resonar’. Así pues, persona significaría primero ‘máscara’, ‘papel del actor’, ‘carácter’ y finalmente ‘persona’. Esta palabra pasó al vocabulario jurídico romano y después a otros ámbitos como la filosofía o la teología. Curiosamente, en el derecho romano los esclavos eran hombres pero no personas.
Pues tal es la pasividad de algunas "personas" que no merecieran dicho nombre...
ResponderEliminargracias :) <3
ResponderEliminar._.
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